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Los Antiguos, Libres y Aceptados masones agrupados en la Gran Logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones para la República del Perú o Gran Logia del Perú, (G.·. L.·. P.·.) la misma que forma parte de la Francmasonería Universal, reconocen y proclaman la existencia de un principio creador universal al que denominan GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO (G.·. A.·. D.·. U.·.) y creen en la inmortalidad del alma.
La francmasonería es una asociación esencialmente fraternal y una escuela de superación espiritual, sus miembros respetan las leyes del país en que residen, aman la paz, rechazan toda forma de explotación del hombre y ejercen la benefícencia sin ostentación, como un imperativo de solidaridad social; tienen el deber de estar a la vanguardia de los movimientos científicos y filosóficos, propendiendo al bienestar y progreso de la humanidad.
La francmasonería tiene come objeto el perfeccionamiento moral e intelectual de sus adeptos y la formación de una conciencia universal de solidaridad y fraternidad entre los hombres, cuidando que no solo sean libres y cultos, sino también conscientes de su responsabilidad personal y social. Es igualmente, una escuela de honor y virtud en cuyo culto los educa, exaltando a los que por sus altos merecimientos concitan el respeto y la gratitud de sus semejantes.
La Francmasonería busca el conocimiento de la verdad, considera a la justicia corno el valor supremo que regula nuestra conducta y a la libertad e igualdad como derechos consustánciales del ser humano, exige que sus afilíados practiquen la tolerancia como actitud permanente en el trato social, respetando las ideas de todos los hombres a los que considera componentes de una misma familia, no admitiendo entre ellos ningún tipo de discriminación, ya sea por su raza, nacionalidad, religión, credo político o situación económica.